martes, 25 de octubre de 2011

Dejarás a tu padre y a tu madre







Dedicado a mi futuro sobrino 
y a su maravillosa madre 
a quienes amo profundamente.


¿Qué debe transmitir una generación a la siguiente que le permita dejarla?

La pregunta que inaugura este texto genera las palabras del mismo, es decir, el texto se dedica a responder dicha pregunta. Ahora, tal interrogante se puede plantear de distinta manera, con diferentes factores y circunstancias:

- ¿Por qué las personas deciden seguir viviendo con sus padres a pesar de tener la posibilidad económica para no seguir haciéndolo?


- ¿Por qué los individuos no tienen en mente salir de casa de los padres a menos de que se casen o vayan a trabajar a otro estado? (E incluso, a pesar de trabajar en otro lugar, regresan a casa a dormir a su mismo cuarto)


- ¿Por qué los padres no “invitan” a sus hijos a dejar el hogar primigenio y buscan lo contrario?, que se quede en casa mediante discursos como: “Esta siempre será tu casa, Puedes quedarte en este territorio pero , Si te cobramos renta es como si vivieras de manera independiente, Si te vas es tu decisión pero nos quedaremos solos, acaso no nos quieres y prefieres irte, No te preocupes, tú quédate aquí y nosotros nos vamos a otro lugar… etc.”


Estas y otras formas discursivas son las que devoran al individuo y no le permiten ser un sujeto de la cultura*, generando en él una imposibilidad para decidir realizar el movimiento, la emancipación, la descolocación; en lugar de eso, encontramos  una carga de resistencias expresadas así:


- Para qué gasto tanto en pagar un lugar, Mejor hasta que me vaya con alguien más, Hasta que compre mi casa, Ningún lugar me gusta, Hasta que tenga mi refri y mi lavadora y mi cama y…, Hasta que tenga un trabajo estable, Es muy difícil y me parece poco posible económicamente…


Y la mayor de las resistencias es la pregunta sobre el mismo movimiento: ¿por qué salirme de casa, qué tiene de malo quedarme donde estoy?


En primer lugar el problema mayor es preguntarse por qué hacerlo, en segundo lugar, vivir en casa de los padres (o abuela o tío o familiar) es mantenerse en el lugar del goce, vivir siempre recibiendo, en la comodidad absoluta como un bebé y es eso lo que precisamente impide madurar, lo que impide ser un hombre o una mujer en completud simbólica a pesar de tener 50 años. .


El texto aquí presente plantea elementos y procesos fundamentales que la familia y la sociedad pueden transmitir a las generaciones siguientes para permitirles vivir en libertad, pero cuando ni la familia ni la sociedad está preparada para proveer de dichos elementos ¿qué puede hacer el individuo ante sus propias resistencias?, ya que cuando el individuo se propone algo, inmediatamente le vendrá la idea de que es imposible hacerlo o alcanzarlo.


Las respuestas pueden ser muchas, muy elaboradas, intelectualizadas, respondidas por los conocedores del tema, pero ninguna será suficiente para que el individuo haga algo; por mi parte, como autor de este blog, además de compartir una fragmento de este texto para que los interesados lo conozcan, la otra propuesta posible que me queda plantear es un cuestionamiento a la realidad gozosa del individuo:


Si uno vive rodeado de la facilidad, del sentimiento de seguridad que implica estar en el núcleo familiar, uno nunca se verá enfrentado a conocer sus propias capacidades para aprehender una vida, ni se verá en la necesidad de desear algo porque sentirá que no le falta nada, y transitará atrapado en el “si yo hubiera…” lugar en donde nunca hay un acto, sino sólo intentos de actos prefigurados por el deseo de los otros.


No es fácil dejar al padre, a la madre o a la familia, ni es fácil poder dudar de ellos, pero es necesario, tampoco se trata de negarlos o borrarlos, se trata de colocarse a uno mismo en un lugar diferente para poder volver como mujer u hombre, y no seguir siendo hijo, nieto, sobrino... A pesar de muchas lecturas o muchos estudios hace falta elaboración, decisión, fé y trabajo para lograrlo. A veces hay que dudar de esos discursos familiares y costumbristas que nos mantienen pegados, y construir uno propio; aunque parece imposible, no lo es. 


*Sujeto de la cultura: Individuo libre, que tiene la posibilidad de cambiar el mundo en el que está inmerso mediante la creación y la improvisación. Restrepo Hoyos, Paula Andrea








Y para que se den una idea del tema, les dejo un cuento de Óscar de la Borbolla, proveniente del libro: La libertad de ser distinto, del capítulo: 

Dudas 

2

Yo era un niño crédulo, espejo de mi madre: todas las cosas eran como ella decía: fue la época en que el mundo terminaba a media calle de mi casa y en aquel universo comprimido más que dudas sentía curiosidad: me interesaba por todo, y para todo mi madre tenía una respuesta clara y esquemática. Yo las iba almacenando en la memoria, y poco a poco todo se iba volviendo inteligible: sabía, por ejemplo, que la luz eléctrica venía entubada en los alambres como el agua, y que el interruptor de la pared era como el grifo del lavamanos: sabía que el eco era un espíritu invisible que respondía del otro lado de la sala y que podía platicar con él, pues era bueno. Un día, sin embargo, mi madre no supo por qué brillaba la Luna, qué la encendía en la noche, y levantó los hombros y puso una cara que sólo, muchos años después, comprendí que había sido de duda. Yo ya había captado, sin embargo, la lógica de sus explicaciones y me di mi primera respuesta: la recuerdo aún ahora, pues esa vez mi madre se alegró tanto que le contó mi ocurrencia a la abuela y a cuantos quisieron escucharla, y cada vez que alguien la oía, reía y me felicitaba. Era una teoría simple: yo tenía un pequeño búho de plástico fosforescente y mi conclusión fue que la Luna brillaba porque era de material fosforescente. Sin embargo, mi verdadero descubrimiento fue otro: mi madre no lo sabía todo y las respuestas podían ser inventadas. Mi primera duda fue un pecado mortal, una hecatombe: dudar de mi madre.







Y como extra, la película de Kikis, del director Hayao Miyazaki, que habla sobre el tema de la emancipación.






1 comentario:

El héroe vagabundo dijo...

El texto lo puedes encontrar:

http://dl.dropbox.com/u/15347719/Libros%20de%20La%20Obra/Dejar%C3%A1s%20a%20tu%20padre%20y%20a%20tu%20madre.pdf


Vindicar el texto como el mapa de lo que discierne lo indiscernido, lo que entrevé seres donde sólo se ven y se escuchan “mensajes” de instituciones. Es una labor. Hacer que la escritura de la política, la historia y la filosofía vuelvan la mirada sobre las huellas de lo singular: la literatura, la poesía. Fractal debe su nombre a la geometría con la que Benoit Mandelbrot quiso encontrar un lenguaje que convirtiese al mundo en una hipótesis abierta, guiada por el misterio que requiere toda capacidad de asombro que se respeta mínimamente: “La realidad es un hecho impredecible”.

Editorial de la école lacanienne de psychanalyse en México

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Esta página es una lista breve de nuestros libros y de algunos enlaces e informaciones. En la página de la école lacanienne de psychanalyse. Usted podrá encontrar, abriendo la mención "Publications", un apartado de la editorial epeele con todo el detalle de los libros y la imagen de sus tapas así como un texto que corresponde a la cuarta de forros y presenta el libro en sus características.

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